Lo vi caer en pequeños pedacitos a mis pies. Yo ahí, estática, de pie junto al espejo con lagrimas que no dejaban de corrrer por mis mejillas desmaquilladas. "¿Qué es lo que miras?", me pregunte. Cuestionandome la vida y sus sabores, dudando de lo bueno o malo que es vivir. En mis pies con uñas rojas sentía los pequeños pedacitos de mi corazón volándose con la fuerte brisa que entraba por mi ventana. Y yo de pie junto a mi pasado y futuro. Tengo miedo, y tiemblo. Tú, reconquistando al corazón drogado de aquella, que distitnto a mi nada tiene. Mi cuerpo se estremece de frio pensando que estoy sola, que no volveras, que me dejaste, que nunca me tuviste, que jamás te tuve ni te tendre, que somos amigos y nada más, que mi corazón salta y late fuerte cuando hablan de ti; cuando hablo de ti, cuando te oye hablar, que me desespero, que me he cayado tanto tiempo, que quiero correr lejos, que estoy cansada de perder, que te perdí, que debo agradecerle a "Dios" por ti, que debo alejarme de ti, que estoy puro "webiando", que nadie entiende lo que siento, que te odio, que no te entiendo, que ya no te extraño, que no me haces falta, que todo era mejor sin ti, que ya no cambiaré, que creaste otro ser ¡¿Y PARA QUÉ?! ¡¿PARA ABANDONARME AQUÍ?!

Detenida ante el espejo con el corazón en pedacitos repartidos por mis pies, tomo la máscara y me la coloco sobre la cara, salgo sonriente sin corazón; demostrando lo feliz que soy.